«Trequartistas» en extinción

Tras los fichajes de Cassano por el Milan y Pazzini por el Inter me di cuenta de que la demarcación más clásica del fútbol italiano está en peligro de extinción. La producción de delanteros no cesa y además de los dos citados funcionan bien Macri, Di Natale, Quagliarella, Borriello, Miccoli, Di Vaio,… pero es muy complicado encontrar un equipo con ese clásico enganche italiano que se ha sucedido generación tras generación.

Sandro Mazzola

Omar Sívori, Rivera o Mazzola identificaron una forma de jugar y un lugar del campo donde moverse. Los italianos, por su propio estilo de juego, no entienden al trequartista  como nosotros entendemos al mediapunta. El trequartista sí, es un enganche, pero también un delantero. Un jugador talentoso pero goleador y absoluto protagonista. Dos ejemplos claros y recientes son Del Piero y Totti, que con sus características técnicas, alguna limitación física y larguísima conducción del balón lograron ser también capocannoniere en la Serie A.

Francesco Totti y Alessandro Del Piero

Pienso que la para algunos fidelidad a su club y para otros falta de ambición de Totti, evitó que el romanista fuese todo lo grande que pudo llegar a ser. Reune, o reunía quizás, todos los requisitos para ser el trequartista perfecto. No sólo poseía una exquisita calidad técnica y personalidad, sino que a diferencia de Del Piero, era un soberbio pasador en largo. Esa virtud en los lanzamientos hacia el 9 de referencia, (Del Vecchio, Montella, Vieri, Toni, Inzaghi) hacía de Totti el ejemplo perfecto, como demostró al mundo en la Euro2000 o en el Mundial2006. Con todo esto, aún fue Bota de Oro al mejor goleador europeo en 2007.
Pero todavía no hemos nombrado al artista por excelencia, Il divino Codino, Roberto Baggio. Hizo del fútbol un arte y bendijo la posición del trequartista. Un jugador especial, casi divino. Perteneciente a la asociación budista Soka Gakkai, su forma de jugar mostraba que no era un futbolista normal.
La anécdota más recordada de Robertino Baggio se remonta a su primer año en la Juventus. Se enfrentaba por primera vez a su ex equipo, la Fiorentina, el histórico rival de los de Turín. Baggio era el encargado de lanzar los penaltis y no sólo se negó a lanzar contra los violas la pena que señaló el árbitro sino que en el momento de su sustitución cogió del cesped una bufanda de la Fiore, la guardó bajo la camiseta y se marchó al vestuario.

Roberto Baggio y Francesco Totti

Parece ser que van a pasar bastantes años antes de que vuelvan a aparecer en Italia especialistas de esta clase, pero seguro que tarde o temprano Italia volverá a ser fiel a su polémico estilo que tantos triunfos le ha dado, y automáticamente resurgirán los trequartistas.
Como curiosidad, os dejo un anuncio de Johnny Walker para japón, con Roberto Baggio parodiando su fallo en el penalty ante Brasil en el Mundial94