Al finalizar un Mundial es cuando podemos empezar a disfrutar de los jugadores que en realidad nos apetece ver. Antes de comenzar el torneo, los seleccionadores consideran que tiene más riesgo llevar a un joven con futuro que a un veterano caduco. El entrenador se lava así las manos en caso de que algo salga mal al apostar por el joven. Pronto hablaremos de la nueva e increible selección de Brasil, pero hoy vamos a centrarnos en Thiago Silva y David Luiz, que pienso que será en breve la mejor pareja de centrales del mundo.
Es verdad que Thiago Silva ya no es un niño, pero sólo ha sido internacional en 8 ocasiones debido a las continuas lesiones que han lastrado cruelmente su carrera. Estaríamos hablando de un central consagradísimo de no ser por su problemática rodilla derecha y por una neumonía sufrida en su etapa en el fútbol ruso.
Hay quien lo compara con Lucio, y sí, es alto y sube al remate con gran efectividad, pero Thiago es bastante más técnico. Paolo Maldini dijo de Thiago que » lo tiene todo para consolidarse: salta como un grillo, es rápido y tiene personalidad».
Con continuidad y sobre todo si le respetan las lesiones podremos disfrutar de él como lo hicieron hace 6 años en el Flu.
Con el permiso del gran Rever, del Atlético Mineiro, la pareja de Thiago Silva será el soberbio David Luiz. 
El jugador del Benfica es desde hace años un auténtico líder. Algo más lento que Thiago Silva pero con una perfecta colocación y muchísima inteligencia para medir sus entradas, maneja la pierna izquierda casi tan bien como la derecha.
David Luiz ha debutado con Brasil hace sólo medio año pero no tardará en consagrarse y por su carácter seguro que se hará con la capitanía de la canarinha. Algunos le recordarán por destacar junto a Piqué como uno de los mejores centrales de aquel Mundial Sub20 en 2007.
Si a Silva le comparábamos con Lucio, quizás el Ricardo Carvalho del Oporto sería quien nos vendría a la cabeza al ver por primera vez a David Luiz.
Thiago ya es parte imprescindible en un gigante como el Milan, pero al del Benfica aún le falta el salto al grande de verdad, un salto necesario que no pasará de este año. Los dos son futbolistas con mucha experiencia, con tropiezos y con lesiones que les han curtido para defender con solvencia una complicadísima posición para un jugador joven y brasileño para más inri.
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